Alarma de incendio

En la tarde del 19 de agosto, humo y cenizas llenaron el cielo sobre São Paulo, Brasil. El humo venía del bosque tropical Amazonas, cientos de millas de distancia. Ahí, había un número récord de incendios intensos sin que se hiciera mucho esfuerzo para detenerlos. Algunas partes del bosque tropical habían estado quemándose por varias semanas.

El Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) es el centro de investigación espacial de Brasil. Usa satélites para monitorear incendios. El 25 de agosto, el INPE reportó que había ubicado 80,626 incendios en Brasil durante este año. Esto es un 78% de aumento sobre el mismo periodo en 2018. Es la mayor cantidad de incendios que el INPE ha visto en Brasil desde que comenzó a darles seguimiento en 2013. Muchos están en el Amazonas.

Los incendios provocaron la furia mundial. Manifestantes se reunieron en ciudades alrededor del mundo. Ellos demandaban que los líderes tomaran acción.

OBSCURECIMIENTO En la ciudad brasileña de São Paulo, el humo pesado bloquea el sol el 19 de agosto.

Crisis global

El Amazonas es el bosque tropical más grande del mundo. Alrededor del 60% está en Brasil. El Amazonas es el hogar de millones de especies de plantas y animales y 30 millones de personas. También es importante para la salud del planeta. Sus árboles absorben dióxido de carbono de la atmósfera y lo reemplazan con oxígeno. Esto ayuda a enlentecer el cambio climático.

“Cientos de miles de acres en el bosque tropical del Amazonas se están quemando hasta el suelo; esto es una tragedia real para el aire que todos respiramos”, dijo Moira Birss a TIME for Kids. Ella está con Amazon Watch. Es un grupo conservacionista con sede en California.

Los expertos creen que los incendios empezaron a propósito. En general, es contra la ley comenzar un fuego en el bosque tropical. Pero no es raro. Los granjeros lo hacen con frecuencia. Ellos limpian la tierra para poder plantar cultivos y criar ganado para la producción de carne de res.

MIRA HACIA ABAJO Esta imagen satelital, tomada el 15 de agosto, muestra parte del bosque tropical Amazonas en llamas en el sudoeste de Brasil.

Desde 1978, alrededor de 289,000 millas cuadradas del Amazonas se destruyeron. Esto es un área más grande que el tamaño de Francia.

La deforestación tuvo su pico a comienzos de los 2000. Luego, en 2004, el gobierno brasileño empezó a tomar medidas enérgicas contra fuegos ilegales y el talado. Esto redujo enormemente la pérdida de árboles en la región.

Pero el nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quiere reducir la protección medioambiental. Él comenzó su presidencia en enero de 2019. Desde entonces, Brasil redujo sus esfuerzos para prevenir la desforestación.

“Hemos tenido ocho meses sin ningún tipo de acción concreta en la defensa del Amazonas”, dice Rômulo Batista. Está con Greenpeace de Brasil.

DA TU OPINIÓN Los manifestantes se reúnen en la embajada de Brasil en Londres el 23 de agosto para urgir a los líderes a que paren los incendios en el Amazonas.

Tomar Acción

Brasil ha enviado soldados para combatir el fuego. Planea enviar 44,000 tropas al área.

El 24 de agosto, los líderes mundiales se reunieron para la cumbre anual del Grupo de los Siete (G7). Acordaron un paquete de ayuda de $20 millones para combatir las llamas. Pero hasta el momento de publicación, Bolsonaro no aceptaría la ayuda. El 26 de agosto dijo por Twitter que los líderes del G7 estaban tratando a Brasil como si no tuviese la libertad de tomar sus propias decisiones.

Los líderes del G7 también discutieron un plan a largo plazo para prevenir la deforestación y plantar árboles nuevos en el Amazonas. “El pulmón de nuestra Tierra entera está afectado”, dijo la líder alemana Angela Merkel en la cumbre, “y debemos encontrar soluciones en común”.

Cómo ayudar

Estas son tres cosas que puedes hacer para ayudar a proteger el Amazonas.

1. Recauda dinero para grupos como Rainforest Alliance y Amazon Watch. Trabajan para aumentar la concienciación y cambiar las leyes.

2. Escribe cartas. Comparte tus opiniones con los políticos. Informa a compañías que se aseguren que sus prácticas no dañen el medioambiente.

3. Mira tus propios hábitos. Si reducimos la cantidad de carne que comemos y el papel que usamos, podemos reducir la deforestación.