Skip to main content

Cuenta regresiva al día cero

Cape Town residents stock up on water at a local spring ahead of Day Zero. The city is rushing to upgrade its water systems and building desalination plants and facilities for recycling water. MORGANA WINGARD—GETTY IMAGES

Una ciudad sudafricana se prepara para el día que el agua se agote.

Es tarde a la noche. Personas en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, se alinean para recolectar agua de un manantial. Una por una llena botellas de plástico. Cada persona puede llevar hasta 13 galones. Guardias de seguridad están cerca para hacer cumplir las reglas. En unos pocos meses, esa cantidad se reducirá a la mitad.

Las personas hacen linea para colectar agua en uno de los manantiales naturales de Ciudad del Cabo.

MIKE HUTCHINGS—REUTERS

Ciudad del Cabo es una ciudad de 4 millones de personas. Se le está acabando el agua. Durante tres años, la ciudad ha enfrentado una sequía. Es la peor en un siglo. Los reservorios locales son ahora mayormente arena y tierra agrietada. Los funcionarios están pidiendo a los residentes que conserven agua. De otra manera, la ciudad se verá forzada un día a desconectar el suministro a las casas y los negocios. A este día lo llaman Día Cero. En el momento de publicación, el Día Cero se espera que sea el 4 de junio. Pero la fecha podría cambiar según los niveles de agua en los diques locales.

“Hay muchas personas que no han querido aceptar la realidad”, dijo Shirley Curry. Ella esperaba en un manantial para recibir su parte de agua. “Ahora de repente se dan cuentan que es real”. El Día Cero, la ración diaria de cada persona bajará a alrededor de 6.5 galones. (En contraste, el estadounidense promedio usa de 80 a 100 galones de agua por día). Las filas en los 200 puntos de recolección de agua de la ciudad serán probablemente mucho más largas.

Algunos lugares no estarán incluidos en el corte. El agua seguirá corriendo en los hospitales y las escuelas. Permanecerá también en asentamientos pobres. Esto es para prevenir enfermedades. Las áreas populares con turistas podrían también tener agua. Más de 10 millones de personas visitan Ciudad del Cabo cada año. El turismo fomenta casi el 10% de la economía de Sudáfrica.

¿Imagen perfecta? La crisis de agua podría ahuyentar a los millones de turistas que visitan Ciudad del Cabo cada año y apoyan la economía de la ciudad.

BEN1183—GETTY IMAGES

Algo Valioso

Otras regiones de Sudáfrica están donando agua a Ciudad del Cabo. Pero la ciudad necesita una solución a largo plazo para su crisis.

En toda la ciudad, las personas están esforzándose para ahorrar agua. Están tomando duchas de 90 segundos. Lavan ropa con menos frecuencia. Usar agua potable para lavar vehículos o llenar piscinas es ilegal. Aquellos agarrados usando demasiada agua son multados.

Para algunos residentes, racionar agua se siente ahora normal. Kelson da Cruz tiene un recipiente de agua cerca de la ducha. Usa otro para cepillarse los dientes y lavarse la cara. Usa agua no potable para evacuar el inodoro.

No todos están siendo cuidadosos. En enero, solo alrededor del 55% de residentes Ciudad del Cabo estaba ahorrando el agua suficiente. “No podemos seguir pidiendo a las personas que dejen de derrochar agua. Debemos forzarlas”, dijo la Alcalde de Ciudad del Cabo Patricia de Lille en un momento. El 14 de febrero, la ciudad señaló que muchas más personas estaban haciendo su parte. Pero agregó: “Ahora necesitamos que todos nuestros residentes se unan en el esfuerzo de ahorro”.

Secado El Dique Theewaterskloof de Ciudad del Cabo fue una vez la fuente principal de agua. Una sequía muy larga secó el reservorio.

HALDEN KROG—PICTURE-ALLIANCE/DPA/AP IMAGES

Los funcionarios públicos también comparten la responsabilidad de la escasez de agua, dicen los expertos. Fracasaron en prepararse para la sequía. Ahora, la ciudad está apresurándose para construir instalaciones donde el agua de mar se hace apta para beber.

Da Cruz ve una lección en la crisis. “Pienso que Sudáfrica, por primera vez, está realmente alcanzando al resto del mundo”, dijo. “Tienen que cambiar sus hábitos. Uno no puede dar por sentado algo tan valioso”.